Debido al arrollador éxito del a película Avatar, de James Cameron, el cine en 3D se está poniendo de moda. ¿Quién no ha ido al cine a ver Avatar, pero en 3D? Parece que nadie quiere verla en 2D, que lo que realmente importa de la película es contemplar el espectáculo de la tridimensionalidad.
Atrás quedaron los antiguos sistemas anaglíficos basados en las gafas de colores, con un ojo azul y otro rojo. Era una tecnología incómoda, que impedía ver correctamente los colores y que no aportaba una gran sensación de realismo.
Sin embargo, hoy en día las modernas gafas polarizadas permiten una inmersión total en la escena, una fidelidad total al color y una experiencia más satisfactoria. De hecho, ya se prepara una auténtica avalancha de estrenos cinematográficos en 3D.
¿Y que hay del vídeo? ¿De nuestros televisores domésticos?
Pues aunque parezca mentira, el 3D también va a llegar a la industria del entretenimiento doméstico. Prácticamente todos los fabricantes van a lanzar, de manera inminente, televisores capaces de reproducir contenidos en 3D. Evidentemente, con las consabidas gafas polarizadas. De momento, no perece que se pueda huir de las gafas. (aunque hay investigaciones y prototipos para eludirlas).
La industria busca el renovado continuo del los aparatos electrónicos. Primero compramos televisores HD y ahora toca cambiarlos por televisores 3D. Es el signo de los tiempos.
Al igual que la Alta Definición, que primero vende el equipo y luego proporciona los contenidos (parece que TVE por fin va a emitir en Alta Definición para toda España, en unos pocos meses), con el 3D va a pasar lo mismo. Hasta que no haya un parque amplio de equipos en 3D nadie va a emitir en ese formato. De hecho, ni siquiera se comercializan DVDs en 3D, aunque hay planes para sacar poco a poco películas en 3D en soporte Bluray.
¿Y eso como afecta a la comunicación audiovisual corporativa? En la productora de vídeo Texel seguimos muy de cerca el fenómeno del 3D, y es innegable que a medio plazo el 3D será el estándar de vídeo. Ya se están comercializando (tímidamente, eso sí) las primeras videocámaras profesionales que graban en 3D. Pero su alto coste, unido a las altas necesidades de procesamiento (graban doble imagen en Full HD, necesitan 200 Hhz de procesamiento, la post-producción es compleja) nos llevan a pensar que aún le quedan unos años a esa tecnología para que sea demandada de un modo masivo por clientes empresariales.
Por el momento los televisores 3D no están apenas implantados y nadie demanda esta tecnología más allá de para el entretenimiento cinematográfico, o, como mucho, para un sistema ultra avanzado de Home Cinema.
A la empresa, este sistema aún tardará en llegar, al menos cinco años. Entretanto, ¡disfrutemos de la Alta Definición! Que no se diga que no sabemos disfrutar de los avances cuando nos llegan.
[yasr_visitor_votes size=»medium»]