¿Por qué son importantes los videos promocionales para empresas?

Vivimos en una era visual. Hoy en día, la competencia feroz de las empresas implica que nuestros clientes tienen que elegir entre decenas, o cientos de alternativas. Y para poder convencerlos de que nuestro producto es mejor, de que nuestro servicio es mejor… de que nuestra empresa es la mejor, no basta con decirlo. Hay que mostrarlo. hay que demostrarlo. Y aquí es donde entra en juego el vídeo promocional. Realizar una promo en vídeo te asegura captar la atención de tus clientes. Como hemos dicho, vivimos en una era visual. Y en la era de internet, además, tenemos poca capacidad de atención. poco tiempo que perder. Revisar un catálogo o leer un texto es una tarea que ya poca gente hace. Antes que leer unas características de un producto, preferimos ver un vídeo del producto funcionando. Y ahí es donde un vídeo promocional tiene su razón de ser.

 

Consejos de como hacer un video promo

Realizar una promo en vídeo no basta para tener éxito. Hay que hacerla bien. No basta con grabar de cualquier manera, sin guion o sin planificación. No basta con encargar el video a un conocido o a tu primo. Estos son los cinco consejos básicos para que tu vídeo promocional funcione:

Define bien el objetivo del video

No es lo mismo un vídeo para conseguir clientes (de estilo comercial, corto y cuidado) que un video para mostrar el funcionamiento de un producto o un mecanismo (más didáctico, más lento y explicativo). Definir con claridad qué se pretende conseguir con el vídeo es el primer paso para diseñar un video promo adecuado. Y aquí hay que ser muy concreto, no valen ambigüedades y planteamientos de tipo «caja mágica» donde cabe todo: Que el vídeo sirva para captar clientes, para formar a los trabajadores y como felicitación de navidad. No.

Ten claro quién es tu audiencia.

Un público joven lo responde igual a un vídeo que un público mayor. Ni un espectador técnico o muy experto en tu sector espera lo mismo de un vídeo que un gerente, con un perfil más comercial, pero menos centrado en los detalles. Por eso hay que preguntarse: ¿Para quién es mi vídeo promocional? ¿Para jóvenes, que están acostumbrados a redes sociales, a un estilo audiovisual fresco y moderno, y buscan vídeos extremadamente cortos? ¿O para trabajadores de empresas, más interesados en los detalles? ¿Para padres? ¿Lo van a ver en un móvil? ¿En un ordenador?

Diseña un guion audaz

Sinceramente, todos vemos muchos vídeos. Y la mayoría son del montón. Correctos, pero no demasiado interesantes. Sí, presentan a la empresa, o al producto… y eso está bien; pero no son realmente espectaculares. Y eso es porque se han realizado con un planteamiento conservador. La verdad es que las productoras audiovisuales solemos proponer a nuestros clientes planteamientos audaces, buscando el impacto y destacar en este mar de estímulos  que es la vida moderna, pero lo cierto es que los clientes suelen tener miedo de los planteamientos audaces. Las empresas son muy conservadoras. Y no es que esté mal, muchas veces optan por una versión convencional y clásica de una promo. Pero nosotros recomendamos audacia.

Realiza la grabación con los mejores medios.

Vale, ya sabemos que esto es caro. Sí, invertir en buenos medios cuesta dinero. Buenas cámaras, buenos técnicos, una buena productora, recursos como drones, Steadycams, iluminación… Hay que pagarlo. Pero recuerda una cosa: el objetivo es que el vídeo sirva para algo. Generalmente, conseguir clientes. El vídeo busca generar un retorno de inversión. Y un vídeo mediocre no lo va a conseguir. Al final del día, un audiovisual es eso, algo visual. Entra por los ojos. Y si está mal grabado, o se oye mal, o es muy estático o aburrido… no va a conseguir su objetivo, por muy bien definido que esté. Invierte en los recursos de grabación, y el vídeo generará retorno. Es así de simple. No puedes construir aviones en en garaje de tu casa.

Integra el video en una estrategia de marketing

Por ejemplo, diseñando una campaña de video marketing para redes sociales. como hemos apuntado antes, hoy en día tenemos poco tiempo, poca atención. Un ejemplo: en el entorno de los vídeos promocionales de productos, eventos o servicios, es preferible hacer 10 vídeos de 10 segundos para redes sociales que un solo vídeo de dos o tres minutos que poca gente va a terminar de ver. De este modo, puedes realizar una campaña de varias semanas, actualizando contenidos y subiendo vídeos, que generarán más impacto que un solo vídeo puntual.